Maki y Coqui: Dos almas rescatadas que encontraron su hogar perfecto

A veces, el amor verdadero llega de formas inesperadas. Esta es la historia de Maki y Coqui contada por su mamita. Dos peluditos que, a pesar de un pasado difícil, encontraron el hogar donde siempre pertenecieron.

Maki llegó a nuestras vidas el 20 de abril, apenas dos meses después de que nuestra amada perrita Mey, quien nos acompañó durante casi 13 años, partiera al cielo de los perritos. Adoptarla fue un acto de amor y también de sanación. Aunque el refugio de donde la rescatamos no nos generaba la mejor sensación, sabíamos que al menos le estábamos dando a Maki una nueva oportunidad. Su tamaño era un misterio: nos dijeron que era cruce de french poodle... ¡y aún seguimos esperando que le salgan los colochitos! 🐶✨ Según el refugio, había nacido el 21 de febrero, apenas tenía dos mesecitos cuando la abrazamos por primera vez.

Coqui llegó un poco después, en septiembre. Su carita nos había robado el corazón desde hacía rato: era un perrito que se había compartido mucho en redes, pero seguía sin encontrar familia. Una amiga, que lo ayudaba a buscar hogar, nos convenció de conocerlo. Aunque teníamos miedo —porque Maki ya tenía todo su esquema de vacunación completo y Coqui no había recibido ninguna—, sabíamos que él necesitaba una segunda oportunidad. Cuando lo adoptamos, Coqui tenía unos seis meses. Su historia era desgarradora: su mamá fue rescatada de la calle embarazada, cuidada con amor por una casa cuna, pero lamentablemente, después de nacer sus bebés, alguien cruel terminó con su vida. Coqui y sus hermanitos quedaron huérfanos, y aunque todos sus hermanos encontraron hogar, a él lo devolvieron después de su primera adopción, víctima de maltratos y de la falta de paciencia que requiere un cachorro.

Pero la vida tenía otros planes para él. 💖Cuando Coqui llegó a casa, fue como si siempre hubiera pertenecido a nuestra familia. Al igual que Maki, se adaptó de inmediato, y desde ese día, no se separaron jamás.

Han sido tiempos retadores: ambos tienen una energía inagotable, y en especial Coqui, ha necesitado trabajar mucho en sus traumas y reactividad. A pesar de todo, el amor ha sido más grande.

Hoy, Maki y Coqui ya celebraron su primera Navidad y Año Nuevo juntos. Cumplieron su primer añito llenos de amor, juegos y aventuras. Y nosotros, simplemente, no podríamos estar más felices ni más orgullosos de haberlos elegido —o mejor dicho, de que ellos nos eligieran a nosotros.

Porque los rescates no solo cambian la vida de los animalitos: también transforman la nuestra.

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